Modalidad educativa: Forma de trabajo en que se realiza el proceso de enseñanza-aprendizaje determinando estrategias y maneras de comunicación a emplear. Modalidad presencial: La interacción entre el facilitador y los estudiantes se realiza cara a cara, en un mismo espacio físico y a la misma hora. Modalidad virtual o aprendizaje en línea: El facilitador y el estudiante no coinciden en un mismo espacio físico y horario, es decir, todo el proceso de enseñanza-aprendizaje se realiza a través de una computadora en conexión al Internet. Plataforma educativa: Conocida como aula virtual, espacio virtual (sitio electrónico) funciona similar a un aula de clases, ya que al interior de la misma se encuentran los materiales de estudio, programas de clase, medios y herramientas de comunicación a través de los cuales el estudiante interactuará con su facilitador y compañeros.
Retroalimentación: Proceso mediante el cual se realiza una comunicación fluida entre los participantes de un diálogo, de tal manera que los mensajes enviados por uno de ellos es analizado por quien lo recibe, otorgando una respuesta que origina que el ciclo se inicie nuevamente.
Sistema de transferencia: Permite el envío y recepción de información a través de entornos digitales.
Tecnologías de la información y comunicación: Son los medios a través de los cuales se puede procesar, almacenar y difundir cualquier tipo de información, así como establecer comunicación entre personas ubicadas en distintos lugares geográficos. Ejemplos: Internet, chat, correo electrónico, foro de discusión, videoconferencias, etc.
El desarrollo de la educación a distancia, con la incorporación constante de tecnologías para la información y comunicación como apoyo a la enseñanza y el aprendizaje, conllevan la aparición de nuevas formas de trabajo, funciones y tareas.
Por ejemplo, han evolucionado las formas tradicionales de enseñar y aprender en los últimos años con el objetivo de promover otros modos de interacción entre asesor, estudiante y contenido. Así como distintas posibilidades para manejar la información de manera conjunta a las opciones de un espacio virtual.
El desarrollo de la educación requiere enfatizar y precisar lo que ahora es novedad, en otras circunstancias, la tradición o las costumbres arraigadas aportan a la confusión, las Universidades Inglesas que trabajan la educación a distancia e insisten en llamar a su personal “profesorado”. Sin embargo, con tal denominación, es difícil dejar de imaginar a un profesor, en un salón, con alumnos y enseñando la lección.
El papel que juega cada educador depende de muchas circunstancias, entre otras, la modalidad educativa en la que se desempeña, se le solicita que sea asesor, acompañante, orientador, y otras funciones y tareas: en particular en el caso de educación a distancia y en ambientes virtuales hay necesidad de llamarle de la manera más apropiada y con la que pueda enfatizarse su nuevo rol.
Las confusiones son generalizadas en el ámbito nacional y dentro de las agencias educativas institucionales, el origen de tales confusiones tiene raíces muy profundas, el propio lenguaje de la educación es polisémico, es decir que con esa misma palabra se denomina a un fenómeno social, una de las razones de fondo por las que esto sucede es que el lenguaje disciplinar no es preciso.
Es probable que por eso Postic y Ketele (1988) opinen que la Pedagogía no es una ciencia fundamental y que está al servicio de la acción, idea con la que resaltan la falta de solidez teórica de la misma.
Entre las instituciones que han hecho esfuerzos serios y sistemáticos por desbrozar un poco el camino y aclarar el panorama destaca la Universidad Nacional de Educación a Distancia etc., otro caso es el diccionario pedagógico de la Asociación Mundial de Educadores Infantiles se dirige a la educación de niños, al considerar la formación del personal para este nivel no puede dejar de incluir términos que pertenecen a otros niveles educativos, también aborda lo relativo a la educación a distancia, al uso de tecnologías en la educación y otros campos temáticos vinculados.
En México pueden mencionarse al Sistema de Universidad Virtual de la Universidad de Guadalajara y a la Universidad Veracruzana, como instituciones que han trabajado sobre este asunto, al incluir glosarios relativos a la terminología aludida.
En el trabajo cotidiano de quienes se dedican a la educación a distancia y utilizan tecnologías de la información y comunicación, ante ese panorama tan complejo respecto a ese conjunto de términos existe la necesidad de tomar la decisión de usarlos.
Para finalizar, se considera necesario decir que tanto la definición conceptual seria, derivada de investigaciones y reflexión, como el simple nombrar para distinguir y diferenciar a las nuevas cosas, siguen siendo tareas que se hacen, la mayor parte de las veces, con el mismo ritmo apresurado con el que irrumpen las innovaciones.
Sin embargo no hay pretexto, en el ámbito académico, para no buscar el concepto apropiado y pertinente, a través de esta metodología en la consolidación del campo de conocimientos disciplinares, por medio de la utilización del lenguaje con las precisiones que el trabajo de academia requiere.
4.- Educación y Globalización de los Desafíos para América Latina.
No existe una noción clara de la globalización. Algunos lo asocian con la expansión de la tecnología informática, otros con el mayor nivel de interacción económica resultante de la apertura de nuevos espacios de mercado.
Los beneficios de la globalización están directamente asociados a sus posibilidades de ser realmente global, es decir reducir los costos sociales inherentes a su aplicación y crear un entorno para su desarrollo que respete el pluralismo cultural. Esto nos lleva a la posibilidad de avanzar en una agenda educativa regional para la globalización.
La globalización plantea hoy para América Latina un interesante desafío de retomar las discusiones de hace 50 años, cuando se impulso el denominado modelo proteccionista de desarrollo. Al asumir los desafíos educativos de una nueva agenda global descuidando las tareas pendientes de la agenda del siglo XX.
Aplicar las ambas agendas (la antigua y la actual) requerirá de un enorme esfuerzo, así como también será difícil compatibilizar los fines y ritmos de implementación de acuerdo a cada realidad nacional, lo que nos llevará a la clave de las políticas educacionales.
Algunas de las asignaturas del Siglo XX son:
Universalizar la cobertura preescolar básica y media e incorporar las poblaciones indígenas del sistema solar.
Mejorar la Calidad y los Resultados de la enseñanza de competencias básicas, particularmente entre los factores más pobres de población infantil, juvenil y adulta.
Formar para la ciudadanía, para el ejercicio solidario, participativo y responsable de la democracia.
Modernizar la educación técnica del nivel medio y superior.
Masificar la enseñanza de nivel terciario.
Superar asimetrías entre educación rural, urbana, pública y privada.
Estas son algunas de las tareas que fueron definidas en América Latina y todos los países del mundo en las cumbres mundiales de educación.
Esto adquiere especial relevancia para nuestra región; no solo por el rezago de nuestros logros educativos en relación con países de la denominada clase media (Sudeste Asiático, Europa Central y Oriental), sino por que este continente sigue siendo el de mayor igualdad en la distribución de la riqueza, y solo aumentando significativamente la calidad de la educación y priorizando la educación pública.